Elisa Pérez Bravo tiene 15 años y estudia en el Liceo Arturo Alessandri Palma de Longaví, donde cursa primero medio.
La diminuta joven no tiene nada que envidiarle a cualquier varón de su edad que practica fútbol, esto porque desde los 5 años que conoció este deporte y desde esa edad nunca más lo ha dejado, transformándose en su razón de vivir, llegando a integrar la Selección Chilena sub 17 Femenina.
-¿Cómo nace tu interés por el fútbol?
A los cinco años mi hermano vio que yo tenía aptitudes para el fútbol y me hacía jugar con niños, posteriormente ingresé a la filial de Colo Colo en Longaví, equipo de puros varones donde me fui perfeccionando.
Después vino el contacto con Rangers de Talca, en su rama femenina, donde estoy actualmente y eso me dio paso para llegar a la Selección Chilena de Fútbol.
-¿Cuánto tiempo llevas en Rangers?
Voy a cumplir tres años jugando.
-¿Cómo llegaste a la Selección Chilena?
Enviaron una nota a Rangers desde Santiago donde decía que necesitaban niñas que tuvieran condiciones para integrar la Selección Chilena. Llamaron a 7 niñas, de esas quedamos sólo 2; Camila Bahamondes y yo.
-¿Eres la única longaviana?
Sí, es un orgullo tremendo para mí el estar en la Selección Chilena como la única longaviana.
-¿Cuánto tiempo llevas viajando a Santiago?
Hace un año que estoy viajando constantemente
-¿Cómo ha sido esta experiencia dentro del fútbol?
Ha sido hermosa, se la desearía a cualquiera que amara como yo amo al fútbol.
“Quiero ser como Christiane Endler”
El sueño de Elisa, dentro del fútbol, es llegar alguna vez a vestir la camiseta de un equipo internacional y jugar en el extranjero como la portera chilena Christiane Endler, que actualmente milita en el PSG de Francia, y que fue elegida como la mejor arquera de la liga española defendiendo los colores de su ex club el Valencia.
El traspaso de la chilena desde España a Francia bordeó los 30 mil euros, el primer pago entre clubes por una jugadora en la Madre Patria y uno de los 10 más altos en Europa.
Pero este sueño no ha sido fácil, porque su familia no cuenta con grandes recursos para pagarle los pasajes y la estadía en Santiago, por lo que constantemente debe viajar para estar en los entrenamientos, tanto en Talca con Rangers como en la Selección Chilena, en Santiago.
Durante estos últimos días, tras una solicitud de su madre, el alcalde Cristián Menchaca, gestionó a través del Departamento Social de la Municipalidad de Longaví, Dideco, un pequeño aporte para los pasajes a Santiago, lo que en parte aliviará la carga de la familia, pues según cuenta la propia Elisa, su padre sufrió un accidente y ha estado impedido de ayudarla económicamente.
“Estoy agradecida del aporte de la Municipalidad de Longaví, del liceo Arturo Alessandri, donde me dan todas las facilidades para practicar el fútbol y también de mi familia, porque yo sin mi familia no haría nada. Gracias a ellos he llegado hasta donde estoy y su apoyo para mí ha sido fundamental e incondicional”, afirma la deportista.
Cuenta que sus compañeros en el colegio la apoyan, “me dicen que eres máquina”, cuando muchas veces en las clases de Educación Física o en los recreos juega al balompié con los alumnos varones.
“El fútbol femenino chileno puede llegar muy lejos”
La joven longaviana se ha integrado sin grandes contratiempos al elenco que dirige Milenko Valenzuela, director técnico de la Selección Chilena sub 17, donde ha sido constante y no ha faltado a las prácticas.
“Hemos tenido hartos entrenamientos y partidos amistosos, el miércoles pasado jugamos contra la sub 20 de la Selección Chilena, partido durísimo donde perdimos 2 a 0, pero estos nos sirve para seguir mejorando nuestro rendimiento”, señala.
“Nos estamos preparando para un torneo sudamericano que se juega en Paraguay el próximo año, por eso estamos mentalizadas en hacer una buena presentación representando a Chile”, agrega.
Respecto a los espacios que se han ido ganando en un deporte que sólo estaba abierto para la práctica de hombres, Elisa explica que “nos ha costado mucho a las mujeres entrar en este mundo del fútbol porque, a pasar que lo practican muchachas como nosotras, sigue siendo un deporte donde prima el machismo”.
Elisa cree a pie firme que al igual que la Roja adulta de los varones las selecciones de mujeres si siguen trabajando a conciencia alcanzarán grandes logros, “creo que estamos haciendo un buen trabajo con nuestro entrenador, nos estamos esforzando al máximo, porque hay futuro en este deporte, y el fútbol femenino chileno puede llegar muy lejos”.