Edelmira del Carmen Figueroa Parra de 95 años es un ejemplo de tesón e ícono de la mujer campesina longaviana.
Vive con lo mínimo y ninguna comodidad en el sector Lomas de Vásquez, a más de 65 kilómetros del centro de Longaví, además debe cuidar a su hijo Julio Figueroa que tiene 60 años y está completamente postrado hace varias décadas.
Se trata de un caso social que detectó Carabineros de Longaví e hizo las conexiones con el Departamento de Comunicaciones y el Departamento de Salud del municipio local para ir en su ayuda.
Fue así como los policías, bajo el mando del teniente Luis LLévenes, llegaron hasta la casa de Edelmira con dos cajas de alimentos no perecibles y coordinaron la visita del equipo médico que atiende los postrados, quienes verificaron el estado de salud de Julio, lo que fue registrado por Rodrigo Herrera, comunicador audiovisual de la municipalidad.
La mujer agradecida por la visita y las atenciones brindadas comentó que su única entretención es tocar la guitarra y preservar el folclore campesino, sin embargo los instrumentos que posee no se encuentran en buen estado, por lo que hizo un llamado a la comunidad para conseguir una nueva.
Es así como Carabineros y el Municipio se unieron y realizarán una campaña solidaria pública para ir en apoyo de esta pequeña familia que hace patria en la alta montaña longaviana.